Facundo Cabral

Me engañaron, me invitaron a un concierto, pero era un milagro... Gracias mamá!.


Además de la vida, el mejor regalo que alguien me ha dado hasta el momento, ha sido mi madre el día que me invitó a ver a un señor que le decían Facundo Cabral, que se prensentaba en el teatro Mélico Salazar.. Yo, acompañe a mi señora madre (mima para los entendidos) solo por curiosidad y más por hacerle compañia que por otra cosa.

Con una camisa de manga larga azul, pantalones jeans, anteojos, su guitarra y un atril, dio el mejor concierto al que he asistido en mi vida. Y no estoy exagerando, lo que aprendí ese día y como cambio mi forma de ver la realidad, es algo que agradezco a Dios profundamente.

Siempre me he admirado como las verdades más grandes de la vida se explican con sencillas y humildes palabras, al estilo de las parabolas de Jesús. Y Facundo era eso, entre canción y canción, nos contaba de su abuelita, de politica, de vida... Y cada canción era vida cantada. Y entre cada vida cantada nos hacía reir y ha pensar con más vida.

Me admire de como, con tanta paz y amor en sus palabras, nos contaba, en el intermedio entre canciones, como había conocido a su esposa en ese mismo lugar, y señalaba el lugar donde ella se había sentado y se había enamorado. Después mi mamá me explico porque esa anecdota tenia tanto significado en ese momento, ya que su esposa e hija murieron en un accidente de avión.

De nuevo, mi mamá me contó que no solo estas perdidas personales fueron dolorosas en la vida de este señor, sino que además había sobrevivido a un cancer del que no le daban posibilidades de sobrevivir.

Entonces, aunque sus palabras puedan sonar a frase simples para algunos, para el oido agudo, son palabras que nacen desde la experiencia de vida y por eso, verdades.

Gracias Facundo, por darte al mundo y cambiar el camino de mi vida. Extrañaremos tus pasos por estas tierras americanas, en las que nunca viste fronteras.

"Este es un nuevo día, para empezar de nuevo"