Aparte de la conversación de las mujeres, son los sueños los que sostienen al mundo en su órbita. Saramago
domingo, 22 de noviembre de 2009
Chica luna
Te escribo, una y otra y otra vez
Estas en todas y en ninguna
Te me escapas y vuelves
Te escondes y me encuentras
Estas en la piel blanca de aquella
En los ojos de agua de esta
En las suave voz de la que habla en el bus
De la que aparece en mis sueños
Me pides que me concentre en una
Que deje de buscarte en todas
Me dices que estas en todas y en ninguna
Que debo dejar de pronunciar tu nombre
Pero me da miedo, miedo de que no estés y estés
Que te me vuelvas a ir o que te quedes
Que me mires a los ojos y que vueles
Que me lleves contigo hasta tu orbita
Tu luz dirige mis pasos, Luna
Pero no quiero ser tu Sol
Porque solo te vería en eclipses
Solo me perdería en ti cuando no hay luz
Deja que me ancle en el mar de tu noche
Que no tema esperarte en mis sueños
Que me levante del suelo con tus besos
Dormirme mirando tu pelo dibujado por tu luz
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