domingo, 11 de octubre de 2009

Mitos



Me dirigía camino a Heredia a conversar con varios chicos y chicas sobre sexualidad "Mitos y realidades sobre la sexualidad" se llamaba el taller. Pero, para mi sorpresa, la reflexión empezó desde que me monte al bus.

Al ver que la persona que manejaba el bus de San Francisco, La Colina- San José era una mujer, me alegro mucho, ya que estas cosas rompen estereotipos y le da por la cabeza a las estructuras mentales de más de uno. Pero despertó en mi la curiosidad de que estarían sintiendo o pensando la gente del bus y los choferes de otros autos al ver a una mujer al volante.

Comenzando por mi persona, he de confesar que de primera entrada mi reacción fue diferente. Cuando me subí, pague y la salude "Buenos días" le dije… En la vida he saludado yo a un chofer de bus. Ahí empezó mi reflexión porque lo quiera yo o no, todavía mi cabeza arrastra pensamientos o actitudes programadas por el estereotipo social machista. Por que cambie mi comportamiento al ver a una mujer al volante de un bus? Todavía no lo se, pero bueno, después me alegró, porque me hizo pensar que si el hecho de que fuera mujer me hiciera saludarla, porque no podía hacerlo también con los choferes hombres??

Ahora bien, no tuve chance de medir las reacciones, pensamientos o sentimientos de las personas dentro del bus. Lo que si pude observar fue a varios choferes, en autos particulares, que al percatarse de que quien conducía era una mujer, señalaban y hacían comentarios entre si. Que dirían? Aquí se los dejo a su imaginación, pero estoy seguro que de fijo el choteo salió a relucir. También dentro del bus estaban varias señoras mayores, Que pensarían? Solo puedo imaginar, pensando en las actitudes de mi abuela y algunas tías ante este tipo de cosas. Y estoy seguro que no lo verían con buenos ojos, porque ese "no es un trabajo de mujeres".

Pablo Freire decía que la gran tarea de los oprimidos es liberarse de los opresores, pero no para oprimir de vuelta a los opresores, sino para que el oprimido, al liberarse, libere también al opresor, que es incapaz de liberarse por si mismo cuando no reconoce su papel de opresor. Traigo a colación este pensamiento, porque como hombre, le doy gracias a todas esas mujeres que se nos han ido liberando poco a poco de nuestro papel opresor impuesto cultural y socialmente. Pero muchos, ya estamos reconociendo nuestro papel de opresor, y clamamos porque las mujeres nos acompañen.

Pero creo que todavía queda mucho camino por recorrer, y me temo que a veces se quiere recorrerlo por separado. Las mujeres han luchado mucho por sus derechos con justa razón, pero siento que a veces buscando su liberación, asumen el papel de opresores. Los hombres debemos pedirle perdón a las mujeres por muchas cosas, pero sobre todo, debemos buscar vernos como compañeros en este camino de descubrimiento.

Y es que el día me tenía preparada otra maravilla más y otra caída en mi rastros de pensamiento machista. Ya que, al llegar a San José, tome la buseta a Heredia. Me senté en el último lugar. Observando a la gente subir, observe a un muchacho joven, unos veintitantos años, con un hermoso bebé en sus brazos y un bolso colgando del hombro. Mi cerebro espero a que la madre se subiera al bus des tras de él. Pero nunca subió. Y me maraville y de nuevo me volví a dar cuenta que esta esperando otra vez lo "típico".

Trabajando en un taller de sexualidad y afectividad en Guanacaste, una mujer me decía que el esposo compartía las tareas del hogar con ella. También me dijo él fue el que le enseño que un hombre podía asumir ese rol, por que en su casa era impensable que un hombre realizará esas tareas. De hecho, con pesar, me contaba como su papá, cada vez que veía al esposo cambiando los pañales al hijo o realizando una tarea del hogar, le choteaba de poco hombre.

Una vez mi tía, estaba totalmente asombrada por que un conocido de ella, debido a que la esposa tenía un mejor trabajo y necesitaban que alguien cuidara a su hijos, decidió asumir las tareas del hogar y dedicarle el tiempo completo. Más asombrada quedo, cuando yo le dije que si a mi me pasara lo mismo, también lo haría y que es más, lo haría sin que hubiera una razón de por medio.

No se, llegado a este punto siento que todavía tenemos mucho que aprender juntos. Y me recorre la cabeza una idea loca de reclamar nuevos derechos a los hombres:

Todo hombre tiene derecho a participar del cuido de los hijos e hijas sin ser discriminado
Todo hombre tiene derecho a que se le enseñe a expresar sus sentimientos, a valorarse y a valorar a los otros y otras.
Todo hombre tiene derecho a saber que puede ser abordado y conquistado, que puede que una mujer de el primer paso sin esperar a que el hombre asuma este papel, sin que esto represente que el hombre deja de ser hombre.
Todo hombre tiene derecho a ser sensible.
Todo hombre tiene derecho a saber que no siempre tiene que tomar la iniciativa por ser hombre.

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