Aparte de la conversación de las mujeres, son los sueños los que sostienen al mundo en su órbita. Saramago
lunes, 9 de noviembre de 2009
Las cadenas de Andrómeda
Andrómeda creía que de su soledad estaba atada
Que se perdería devorada en el mar del olvido
Esperaba que un hijo de Zeus soltara sus cadenas
Soñaba con dormir a su lado y nunca más estar sola
Perseo apareció con sus sandalias aladas
Sus dulces palabras para Andrómeda encadenada
Ofreciendo cortar las amarras de su soledad marcada
Y dominar a la bestia que devoraría sus días
Con la cabeza de la otra mujer cercenada
Logró dominar al monstruo marino
Y soltar las cadenas de su amada
Pidiendo su mano a cambio de todo o nada
Ahora Andrómeda recuerda los días
En que dormía encadenada sobre la piedra marina
Odiando las nuevas cadenas que porta hoy en día
Pensando que no era tan malo estar encadenada... pero sola
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